Sin duda alguna toda una gran experiencia después de cinco días y tres mil 200 kilómetros recorridos en motocicleta.
El joven, originario de Santiago Tuxtla, emprendió el viaje desde Tijuana, el pasado septiembre haciéndose 7 días en su recorrido de norte a sur.
Dijo que tenía entre sus planes regresar a la región de Los Tuxtlas para realizar su servicio social.
“Busque los medios para emprender mi viaje pero me salia muy caro, por ello viendo videos en YouTube, en TikTok, en Facebook, me apareció una chava se llama Luna Viajera y.todo lo hacia en moto, así que de ahi tome la idea.»
Israel comentó que Luna Viajera realizó un recorrido “grande que fue del norte del país a Cancún, parece. Y dije: ‘si ella pudo en una 110, y es motoneta, yo en una DM150 creo que sí puedo’”.
Entonces, decidió enviar sus maletas por paquetería hasta Santiago Tuxtla y emprender un viaje de tres mil 251 kilómetros.
El clima fue de una de las situaciones más difíciles durante su recorrido, declaró, pues “bajando para Sonora, tenía que cruzar a fuerzas el desierto de Sonora y era insoportable el calor y yo viajando con un casquito que te cubría la cabeza, como si fuera de bicicleta. El sol me dió de frente, eso fue muy difícil para mí. Al igual que el clima en Guadalajara, Puebla, llegando a Orizaba, eso fue lo que más me costó porque no estaba preparado y era mi primer viaje”.
Respecto al tema de seguridad, Israel de Jesús relató que fue retenido en tres ocasiones.
“Una me paró un estatal, y como mi moto no tenía placas, me preguntaron que de dónde era, que a qué iba, a dónde iba y cómo me llamaba. Pero en Baja California saqué un permiso de traslado y con eso podía avalar que podía viajar sin placas”.
“Luego, en Sonora, me pararon los famosos soldados con tenis. Me bajaron del vehículo, me preguntaron de dónde iba, cómo me llamaba, a qué iba, por qué pasaba por ahí y qué llevaba en mi maleta”.
“Me revisaron la moto, mis identificaciones. Un señor, le dijo ‘déjalo ir, este chavo no es’. Creo que andaban buscando a alguien y me tocó la suerte de que me revisaran a mí”.
Mientras que en Sinaloa lo retuvo “un grupo como de guerrilleros, que esos te cobraban una tarifa por pasar por ese pueblo. Apenas y la pagué, porque te cobraban 50 pesos. Paraban a los carros, los hacían orillarse y eran como 20 personas armadas, cubiertas de la cara con paliacates, camisas, gorras, lentes, y si no pagaban no te dejaban pasar”, abundó Israel.
“Tuve que pagar, tenía como 50 pesos de moneda. Me querían cobrar más, y yo tenía miedo de sacar mi cartera porque tenía miedo de que me robaran. Al momento de pasar me tenían que dar un boletito, pero no me lo dieron porque no junte la cuota, y los 30-40 minutos volvía a pasar otro retén de guerrilleros y me pedían ese boleto”.
A este último le dije que no traía el boleto porque no había acompletado la tarifa y sólo traía mis cosas.
Durante las noches, cuando no viajaba, dormía en hoteles o moteles, aunque “fue algo difícil porque está pesada la situación en el norte. Me ofrecían demasiadas cosas ilícitas. Había mucho ruido, se escuchaban cosas raras y no descansaba prácticamente”.
Israel recorrió los estados de Baja California Norte, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Aunque no descartó emprender de nuevo esa aventura, dijo que ya no sería solo, pues se enfrentó a problemas mecánicos con la motocicleta, entre otras circunstancias.
Moraleja Hay cosas y circunstancias en la vida que pueden ser un reto u obstáculo pero al final tu siempre llevaras en tus manos el timón o en este caso el manubrio. Si lo deseas lo puedes lograr, nada es fácil y el éxito no viene o cae, se sufre y se busca, así las cosas.