Una madre repartió a más de 200 pasajeros en el avión una bolsa para cada uno.
La bolsa contenía dulces, chicles y tapones para los oídos como una especie de disculpa anticipada, en el caso de que su bebé de 4 meses gritara durante el vuelo.
La bolsa también contenía un mensaje que decía:
«Hola, soy Jun Woo. Tengo 4 meses y hoy viajo a Estados Unidos con mi mamá y mi abuela. Estoy un poco nervioso y asustado. Este es el primer vuelo en mi vida. Es normal que llore o cause alguna perturbación.
Trataré de mantener la calma, pero no puedo prometerte. Por favor, úsalo si mi voz se pone demasiado fuerte. Disfruta de tu viaje. Gracias».
Una cultura de respeto a la libertad de los demás…