CAJEMENSE RECIBIRÁ GALARDÓN NACIONAL POR APORTE A LA CULTURA YAQUI.

Francisco Ramírez, coordinador de Patrimonio Cultural del Instituto Sonorense de Cultura (ISC) será investido cómo Embajador por la paz de las 68 lenguas maternas y los pueblos afromexicanos el próximo 23 de octubre y recibirá de forma simbólica “El Bastón de mando”, distinción que han recibido con anterioridad la actriz Adriana Barraza (Amores Perros, Babel, por citar dos de sus papeles más importantes importantes), la cantante vernácula Aida Cuevas, la promotora de la defensa de los derechos a las personas con discapacidad Lídice Rincón Gallardo, entre otras personalidades que han trabajado en pro de causas para los pueblos indígenas, afromexicanos y derechos humanos.
Esta icónica distinción es de suma importancia a nivel nacional ya que El Bastón de Mando es un evento de máxima distinción que otorgan los pueblos indígenas y afromexicanos a personas destacadas de la sociedad.
El bastón de mando es un objeto físico que válida y legítima a un gobernante y simboliza el respaldo del pueblo. El seleccionado para recibir el bastón no sólo es un personaje distinguido socialmente, sino que acepta las responsabilidades inherentes.
El objeto está hecho de maderas de árboles simbólicos de cada comunidad, es tallado a mano, con listones y flores que representan la cosmogonía que la comunidad le otorga, en la punta se presenta a un animal o criatura que simboliza las creencias de la región y su forma representa rectitud, armonía, equilibrio y unidad.
En palabras de la comisión de selección de embajadores “El bastón de mando a embajadores por la paz de las 68 lenguas maternas y los pueblos afromexicanos, es una distinción que el Consejo nacional de pueblos originarios y comunidades indígenas, Mexiutopic y Egbe Inmolorogun, realizan a favor de los mexicanos más destacados de la sociedad, con la finalidad de poder crear un ambiente más incluyente”
En esta época de lucha, dignidad, visibilización de los pueblos indígenas y afromexicanos, el Bastón de Mando es un reconocimiento de gran carga simbólica, ya que representa una declaración de intenciones para respetar la multiculturalidad étnica, lingüística y cultural de esto que llamamos México.